miércoles, 23 de diciembre de 2009

Yo, Lucifer


"Yo, Lucifer, Ángel Caído, Principe de las Tinieblas, Portador de la Luz, Soberano de los Infiernos, Señor de las Moscas, Padre de las Mentiras, Apóstata supremo, Tentador de la Humanidad, Serpiente Antigua, Príncipe de Este Mundo, Seductor, Acusador, Torturador, Calumniador y, sin duda, Mejor Polvo del Universo Conocido y por Conocer (preguntad a la picarona de Eva), he decidido -Oh, là, là!- contarlo todo.
¿Todo? Algo. No hago más que darle vueltas a eso para el el título: Algo. Le da cierta modestia posmilenio, ¿no te parece? Algo. Mi versión de la historia. El funk. El jive. El boggie. El rock and roll (Yo inventé el Rock and Roll. No te puedes ni imaginar la de cosas que he inventado. EL sexo anal, por supuesto. El tabaco. La astrología, El dinero... Abreviando: todo lo que te distrae y hace que no pienses en Dios. Lo cual... prácticamente... es todo en este mundo, ¿no? Por favor...)
Ahora, tu turno. Tu millón de preguntas. Todas, al final, la misma: ¿qué se siente siendo yo? ¿Qué se siente, por todos lo demonios, siendo yo?
En resumen -que, gracias a mi, es como os gustan las cosas en estos fragmentados tiempos de prisas-: es duro."


Así comienza "Yo, Lucifer" un libro que ha caído en mis manos por casualidad (me vino por error en un pedido, lo cual no deja de ser fascinante). Lo empecé a leer, y ya no he podido dejarlo. No es comedieta disparatada tipo Christopher Moore, aunque a veces suelte frases que te parten en dos, tampoco es Houellebecq, pero a veces es como un tiro. Rápido, ingenioso, inteligente. De vez en cuando necesito leer cosas así, que me tengan con el culo en vilo y la sonrisa en la cara. Y no hablo de símbolos perdidos... Ni tampoco de literaturas mutantes, que huelen tanto como el ego de sus creadores.

Más:
"Un día, un día no material, en ningún sitio, un pensamiento vino de motu propio a mi mente espiritual. Al segundo ya no estaba allí, al siguiente sí, y al siguiente se había ido otra vez. Iba y venía revoloteando como un pájaro brillante o como una ráfaga de notas de jazz. Durante un momento de lo más breve y titilante, mi voz se entrecortó y apareció la primera fisura minúscula en la Gloria. Tenías que haber visto sus caras. Cabezas giradas, ojos centelleantes, plumas erizadas. El pensamiento: ¿Cómo sería todo sin él?"
"La hueste celestial se recuperó en un santiamén. No estoy seguro de que Miguel se diera ni cuenta, el muy imbécil. La Gloria se renovó, dulce como la sacarina, suave como la porcelana, y no entregamos a ella como un estallido de flores..., pero ahí estaba: la libertad para imaginar la vida sin Dios. Esa idea marcó la diferencia y esa idea -esa idea liberadora y revolucionaria que hizo historia- fue mía. Puedes decir lo que quieras de mí. Seré un tentador, un torturador, un mentiroso, un acusador, un blasfemo y un sinvergüenza polifacético, pero nadie más va a llevarse el mérito del descubrimiento de la libertad angélica. Eso, mi carnal amigo, fue obra de Lucifer (Resulta irónico que después de la Caída dejaran de referirse a mí como Lucifer, el Portador de Luz, y empezaran a llamarme Satán, el Adversario. Resulta irónico que me despojaran de mi nombre de ángel justo en el momento en que empezaba a ser digno de él.)"

Esto no es una crítica, pues no llevo ni la mitad del libro, pero como lo estoy disfrutando mucho y son las fechas que son...

Copio contraportada....
Y al príncipe de la Oscuridad se le ha dado una última oportunidad de reingresaren el cielo para toda la eternidad, siempre que sea capaz de llevar una vida razonablemente intachable en la tierra. Es la ocación perfecta para probar el producto antes de comprarlo y, dejando a un lado las limitaciones del cuerpo humano escogido para su encarnación (el de un suicida, el escritor fracasado Declan Gunn), Lucifer se dispone a experimentar al máximo todas las delicias de la carne, contándolo todo desde el principio. Es su oportunidad de corregir los documentos bíblicos, de celebrar sus mejores logros (que van de la Inquisicion hasta Elton John) y, lo que es más importante, enviarle su guión cinematográfico a Julia Roberts. Pero la experiencia de caminar entre nosotros no resulta lo que Su Majestad esperaba: en lugar de enseñar a los humanos lo que significa ser el Demonio, Lucifer se sorprende a sí mismo tratando de entender en qué consiste ser un hombre...

Declan Gunn... Glen Duncan... A ver si no la cagan...
De momento, y sobre todo en estas fechas, 100% recomendable.

Yo, Lucifer
Glenn Duncan
Rústica / Brillo
Tamaño: 14,5 x 22,5 cm
Núm. de páginas: 256
Precio: 16,50 euros
Fecha de edición: Mayo 2008
ISBN: 978-84-96756-56-4

lunes, 21 de diciembre de 2009

Lorenzo, el de Alhabia


Vaya por delante que “Lawrence de Arabia” es una película que me aburre. La encuentro larguísima, excesiva y, mientras que Omar Sharif, Sir Alec Guinnes y Anthony Quinn son actores que siempre me han gustado, no me ha pasado lo mismo con Peter O’Toole; cuestión de vísceras, imagino. Sé que le debo otro visionado a tan magna película, pero hoy por hoy me da pereza, y por lo tanto sigo manteniendo la impresión que tuve cuando la ví por última vez hace diez años, buena pero un poco tostón.
Sin embargo, avatares literarios me han hecho acercarme de nuevo a esta película y leer sobre ella. Como pasa muchas veces con las obras maestras (a parte de su carácter de “o lo tomas o lo dejas”) es tanto o más interesante lo que las envuelven, qué incidentes la acompañaron y qué “leyendas urbanas” arrastran. Lawrence de Arabia, en este sentido, es fascinante, a parte de ser la una película sin ningún primer plano, plano medio o de lejos, ni plano lejísimos, de ninguna mujer...
El rodaje se inició en Jordanía, pero tras 8 meses se abortó el proyecto por los problemas políticos de la zona. Ayudantes técnicos de David Lean, el director de la película, le hablaron de Almería como lugar idóneo y barato donde seguir con la filmación. Tanto Lean como Eddie Fowlie, su ayudante artístico, quedaron encantados con el entorno y convencieron a los productores de que era el lugar perfecto(tanto que la siguiente película de Lean, Doctor Zhivago, también se rodó en España, con Omar Sharif, actor que al principio a Lean no le convencía lo más mínimo). Tras unos días de rodaje en Sevilla, todo el set se desplazó a Almería.
El propio David Lean se compró una casa frente al mar, en la playa del Algarrobico, a la entrada de Carboneras. Allí vivía con Bárbara Neal, su mujer, una atractiva rubia neozalendesa, criada en Inglaterra, de intensos ojos azules que paseaba con unos elegantes vestidos de colores vivos por aquel pequeño pueblo en el que, en esos años, casi todas las mujeres vestían siempre de riguroso negro. Eddie Fowlie acondicionó una casa de ocho habitaciones frente al mar para los actores también en Carboneras (hoy es el Hotel El Dorado, y sigue siendo suyo y sigue abierto…).
El rodaje de la gran superproducción se inició a principios de abril y concluyó a principios de julio.

Los lugares para la filmación se localizaron en la capital, El Alquián, Cabo de Gata, Tabernas, Gérgal, Níjar, Rodalquilar y Carboneras. El “revuelo” en esa parte de la provincia fue notable. La gente de Carboneras poco a poco se iba habituando a ver camellos donde hasta entonces sólo había habido burros, y multitud de camiones llenaban la zona de arena para que aquello pareciese el desierto de Aqaba. Una rebelión árabe sería el punto de partida para movilizar a una provincia. Muchos fueron los almerienses que se desplazaron hasta el plató de cine establecido en Carboneras. Durante tres meses más de 200 hombres construyeron este fenomenal y rico decorado del que hoy, desgraciadamente, no quedan restos. La ciudad estaba formada por unas 300 casas, sobre las que destacaban la mezquita y los edificios oficiales. En las afueras, rambla adentro, se construyó un campamento turco con más de 70 tiendas blancas, que serían la base de los 400 extras -soldados turcos- que defendían la ciudad. En el km. 30 de la carretera de Níjar se construyó un hospital turco. En las cercanías de Cabo de Gata, se dispuso un ferrocarril con una vía de 2,5 km de longitud. Dos trenes fueron desmontados en piezas, llevados por camiones, y remontados sobre las vías. Se filmaron allí ataques y voladuras de trenes turcos. Más de cuatrocientos caballos -traídos desde Jérez de la Frontera, Guadix, Sevilla y Madrid- y ciento cincuenta camellos. El número de figurantes fue muy grande, y todo el pueblo de Carboneras se movilizó para sumarse a otros extras que procedían de la capital y otros pueblos. Entre los autóctonos, a la película y al protagonista se les conocía como Lorenzo, el de Alhabia.


Entre las anécdotas más famosas se encuentra la protagonizada por 30 jinetes gitanos que protagonizaron una escena en una de las dunas de la playa. David Lean presenciaba la toma, manifestando su satisfacción. Los jinetes pasaron la colina, se perdieron en el horizonte y nunca más se supo de los jinetes ni de los caballos. Se habla también de cómo Athony Quinn ayudó a muchas personas; en el bar Los Cármenes del Zapillo en Almería, en lugar bien visible, está la fotografía del actor. En aquel local, junto a su doble, montaron muchas de sus “actividades clandestinas”.
Desde luego, mi anécdota preferida es la que tiene como protagonista a la mujer de David Lean, Bárbara Neal, la exuberante neozelandesa, la cual cuentan que se enamoró locamente del cabo del la Guardia Civil. Dicen que, acabado el rodaje, Eddie Fowlie y Bárbara se quedaron a vivir allí. Debía de ser muy curioso verla pasear, por las calles de Carboneras, abrazada a su Guardia Civil, en una extrañísima e fascinante estampa, mezcla de sofisticación británica y tricornio español. Habrá que ir algún día al hotel El Dorado, no es de mi "estilo", pero mitomanía obliga…

viernes, 18 de diciembre de 2009

De tópicos, olivettis rotas y maniáticos saxos

Escribir de noche, en una habitación helada, elegantemente vestido, chaleco incluido, sin corbata pero con camisa, aunque un tanto arrugada después de un día de trabajo; escribir escuchando discos de Coltrane a un volumen casi irritante pero sin duda efusivo. Topicazo, topicazo de los gordos, pero cojones, un topicazo que hay que vivir una vez en la vida o, más que vivirlo, un topicazo por el que hay que dejarse llevar alguna vez, porque sí, porque salen cosas, porque la cabeza bulle, porque sale mierda y mierda sobre el papel, mierda inútil, pero nuestra, sólo nuestra, no como los tópicos, que son como ropa de temporada en una franquicia de moda. Nadie está a salvo de lo tópicos, pero a veces hay algo liberador en ellos que nos hipnotiza...

La única pega... que la máquina de escribir (una hispano-olivetti lexicon 80, verde preciosa y que pesa como un muerto) no tenía carrete de tinta y al final tuve que utilizar el ordenador portátil. Hubiera sido la ostia... Coltrane, el sonido de una máquina escribir, afuera frío, mucho, y yo que mientras escribía dudaba si el acelerado ritmo de mi corazón se debía a la batería de Elvin Jones, a la varias tazas de té que poblaban la mesa medio vacías, a la vergüenza ajena que me producía en el fondo ser tan estúpido o al simple vértigo de lo efímero. 

Sí, lo que escribí también fueron tópicos... Topicazos de los gordos… ¿La catarsis...? Pues supongo que, muerto de sueño, flechita del ratón, edición, seleccionar todo, botón de borrar y fuera... adiós... y Coltrane sonando sin parar...

Da asco, y también mucha vergüenza, ser tan obvio pero...

Es ridículo que un tópico te haga sentir vivo, pero a veces la vida es así de extraña. 

Milos me perdonará haber borrado todo lo de ayer, pero él sabe que aún así, estamos llegando al fin, y esta vez es el de verdad.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Autobiografía de Errol Flynn


Los distribuidores me siguen enviando boletines de novedades que, por cuestión de fechas, de momento no puedo pedir, por lo tanto los miro rápidamente, primero porque me conozco y segundo porque es tontería pedir cosas nuevas ahora. Entre esas miradas rápidas, veo esto y... claro, me largo a la web del editor en cuestión y leo... Por fin la autobiografía en castellano de ERROL FLYNN, el hombre que en sus 50 años vivió tan intensamente que es como si hubiera vivido tres o cuatro vidas de cualquier mortal. A Errol, persona, o lo odias o lo amas. Como actor es otra cosa; por dios, la de tardes que he pasado frente al televisor viendo sus películas, cuando eso era posible en la tele, incluso con sólo dos canales... Errol o Burt... Me gustó siempre más Burt Lancaster, no sé por qué, igual siempre intuí que destrás de la sonrisa embaucadora de Errol se escondía un gran hijodeputa, pero claro, menudo hijodeputa...
Han tenido que pasar 50 años para ver editado en español un libro cuyo primer lanzamiento data de 1959. En fin, como es evidente que no me lo he leído aún, os dejo la sinopsis del libro del gran capitán sangre. Siempre es buena excusa para poner una flamante foto de este vividor.
Altamente recomendado y un buen regalo para estas fechas que se nos avecinan, en las librerías que lo tengan, claro...



Autobiografía ERROL FLYNN
Aventuras de un vividor, Errol Flynn




Para los millones de espectadores que le adoraron como Robin Hood o como el Capitán Blood, Errol Flynn (1909-1959) vivió una vida mucho más emocionante que cualquiera de las aventuras que llevó a la pantalla: viajes exóticos, hazañas criminales, relaciones con mujeres hermosas, acusaciones de estupro, escándalos...

“Aventuras de un vividor” es la crónica desacomplejada de la tumultuosa vida de un hombre que no era inmoral, sino amoral. Nunca habríamos sospechado que Errol Flynn fuera un escritor divertido y brillante, pero a juzgar por sus memorias es todo eso y más. Lo que sorprenderá a la gente que conoció al Flynn de los sórdidos titulares que marcaron su vida y [su muerte] es el retrato que emerge de un hombre sensible, inteligente y sabio. La suya fue una vida de incesante búsqueda del placer. Pero este libro constituye, además, un impagable documento sobre el mundo de Hollywood, salpicado con abundante chismografía cinematográfica e irreverentes retratos de personalidades del séptimo arte. “Aventuras de un vividor” describe con detalle –y el olfato propio de un anecdotista nato– el final de la era de los grandes estudios. Flynn ofrece unos pies de página de la historia del cine que no son fáciles de encontrar. El resultado es la autobiografía más entretenida jamás escrita por un actor. El estilo es ingenioso, el tono irónico, la actitud cínica. La fantasía y la exageración, el estilo procaz, el tono del último testamento de Errol Flynn revelan una de las personalidades más encantadoras, fascinantes y autodestructivas de Hollywood.



Cuando el Informal bromeaba con la efusividad lujuriosa de Errol no era porque sí...

ISBN: 978-84-92626-229
376 páginas, 17 x 24 cms.
Encuadernado en Rústica.
2 pliegos centrales en papel couché con 50 fotografías en Blanco y Negro.
P.V.P: 24.00 €

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ufo sobre madrid, y allá que vamos a verlos

mensaje recibido ayer....
a las 17:19...
Andrea: "ya tengo tu entrada, hablamos esta noche o mañana para quedar y dártela...
besooooooooooooooo"
UFO....
40 años... Ufo... Sala Heineken... Madrid...
A lucir canas y rocanrol...
Qué ganas, coño...
Por lo que leo en blogs, Phil Mogg está genial de voz... El bruto de Andy Parker sigue ahí tan especial. Paul Raymond... El sorprendente Vinnie Moore, comedido y con clase de grande... Y un clon de Pete Way para añorar que ojala estuviese de verdad...
Por cierto, uno de los 10 mejores discos en directo de los '70, es suyo...

Antes.... cuando los descubrí de cani...


Y como toquen esta...


Y hace dos meses... así andan... sabios perros viejos...


Entrañable estrada sobre UFO en el blog Corazón de Rock&Roll

miércoles, 2 de diciembre de 2009

De lápidas robadas, diarios maravillosos y otras empresas destinadas al fracaso


Ha muerto Mirolad Pavic. Ha muerto Art Wye. Ha muerto el escalofrío de lo que brilla sin necesidad de nocilla ni carritos de helados. Sonrío al abrir al azar un libro sobre la mesa (y que el azar también puso ahí) y leer... "comprendí que en el mundo había obstaculos más importantes a superar que una mujer dificil"... Vizinczey y su mujer madura. No busco unas páginas más allá, cuando habla de la banal naturaleza de esas mujeres difíciles, por sobrevivir en el acantilado un poco más bajo mi manta escocesa de viaje. ¿Qué hace que unas líneas traspasen el ámbito de lo íntimo, del diario perpetuo en forma de cuadernos hermosos y maltratados, que no se escriban a boli y se tecleen en la nada del ciberespacio? Tal vez para obligarnos a que la promesa que estamos a punto de hacer la cumplamos... ¿Tiene entonces más entidad moral el espacio de nadie que mi propio espacio fungible?
Escribí una novela que llamé "La muñeca rusa" como si mi vida dependiera de ello (algo que realmente creía pero que ahora sé que no, de hecho pocas cosas conozco que se hayan de hacer como si nuestra vida dependiera de ello y a la vez es cierto que todo depende de todo) y en un momento dado primó acabarla más que exprimir su aparente potencial. Deseando ver qué pasaba no pasó nada. Mejor. Tropiezo porque tengo que tropezar, y escupo sobre mi sombra, como un delirante yonki sonriendo, orgulloso de sus dientes podridos. No hay documento de word previo. Tropiezo de nuevo. Hablo de intentar sacar de la mediocridad a unos sucios personajes entonando un mea culpa cuyo sonido ya es en sí mismo el propio error del cual me lamento.
Milos Meisner me ha vuelto a visitar a La Pecera, y me trae noticias de Irina Belokoneva. Nadie se lo merece más que ellos dos. Que le den por culo a cineastas metidos a escritores, a concursos de cartón piedra y a editoriales con el cupo cerrado a tres años vista. Felipe y Andrea me descubrieron que todo es más sencillo. Marcos me puso el espejo delante y nos recuperamos. Teo me invitó a seguir soñando. Iván se lamentó de que hubiera dejado de hacerlo y no le escuché. Lorena me leyó la primera y me salvó el saberla tan lunática como yo. Araceli y Pilar son las musas que siguen cuidando de mí, incluso desde tan lejos. Charo está, y debe, y afortunadamente el hilo no se rompe. A Eduardo aún le espero, pero siempre le escuché y le seguiré escuchando. Y Celia, además de ser Celia, es todo lo que quiero. Nombres, sólo nombres, preciosos nombres. Siempre hay alguien que se esconde en el tintero y se queda en él. Hoy he recibido un libro de Bulgakov con textos inéditos llamado "Notas en los puños". Lo abras por donde lo abras salen millones de razones. Página 25: "Mi amigo, el doctor N, desapareció. Según una versión, lo mataron; según otra, se ahogó durante el desembarco de Novorrosisk; según la tercera, está sano y salvo y se encuentra en Buenos Aires. En cualquier caso, su maleta con tres camisas de dormir, una brocha de afeitar, el recetario de bolsillo del doctor Rabov (edición de 1916), dos pares de calcetines, la fotografía del profesor Mechnikov, un panecillo francés petrificado, la novela "María Lusieva en el extranjero", seis polvos de piramidón de 0.3 y un cuaderno de notas, fue a parar a manos de su hermana"...
Relaja escribir sin fechas ni esperanzas, pero hay que robarle horas al sueño, noches a la pareja, cachitos de vida para vivir en una nada dificil de justificar, pero supongo que la historia de Irina lo merece. Se lo debo a Milos. Y me gusta que así sea. Robo y cuelgo una preciosísima fotografía de Inés Cotarelo que cuelgo sin permiso para pedirle permiso.


Leí "El maestro y Margarita" en 1999 y no logré comprender cómo me había dignado a escribir yo una novelucha un año antes sin haber leído antes a Bulgakov. De hecho nadie se debería dignar a escribir literatura sin leer antes a Bulgakov. Alguien dice en "El maestro y Margarita" que los manuscritos no arden. No, no arden. Bulgakov tuvo un diario que las autoriades soviéticas le requisaron; tras años de reclamarlo, al final volvió a sus manos. Una vez lo tuvo, humillado una y otra vez por Stalin, temeroso y desolado, decidió destruirlo. Lo quemó. Y en las llamas que envolvián ese cuaderno creyó ver algo parecido a la salvación. Sin embargo, Bulgakov ignoraba que antes de devolverle su cuaderno, las autoriades lo habían fotografiado, copiado a máquina y lo habían guardado en los archivos de la OGPU. Medio siglo más tarde, con la llegada de la perestroika, los empleados de la Lubianka rescataron el diario.
Bulgakov escribió que todo escritor alguna vez ha de cobijarse bajo "El capote" de Gogol. Cuando murió Mijail alguien robó la barata lápida que lo protegía en el cementerio Novodevichy de Moscú. Años después un lunático cogió la lápida de Gogol y la puso sobre la de Bulgakov. Eslavos... Gloriosos eslavos...

Llueve a mares y me duele mucho la espalda. Se que no venderé ningún libro más hoy. Los lectores de Dan Brown no se mojan para leerle. Los de Mijail Bulgakov sí, pero en Manzanares, que yo sepa, de estos no hay.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Cosas sorprendentes... o no tanto...


Seis cosas sorprendentes de un lunes antes de mediodía:
Que te propongan hacer una dramatización de "El principito" para chavales de 14 años.
Que un "ex-suegro" te salude y sonría afectuosamente en la calle cuando se supone que no eras más que un apestado.
Que recibas un pedido de libros y estos vengan dentro de una caja de zapatos.
Que después de 35 años, tu tía te siga llamando Juanvi...
Que alguien te pare por la calle y te diga que está leyendo una novela tuya y que le está gustando.
No poder dejar de ver el video de más abajo una y otra vez sin una sonrisa enorme en la cara...
Bendito lunes...

viernes, 27 de noviembre de 2009

El beat de John Clellon Holmes


Tengo querencia por la llamada Generación Beat. Kerouac me gusta, aunque "Big Sur" me costara horrores acabarlo, "Satori en París" me gustó mucho y "En el camino" es en el camino, y a la espera tengo la lectura de la nueva edición de Anagrama del rollo original, y creo recordar que por algún lugar he de tener una preciada edición de "Los vagabundos de Dharma" en Losada del año pum que sí, me gustó mucho. Y eso sólo de Jack. El libro de Joyce Johnson "Personajes secudarios" de Libros del asteroide, lo tengo a medias (los famosos 18...) y me gusta volver a él y releer un par de páginas antes de donde me quedé. Ahora aparece "Go" de John Clellon Holmes, de cual no conocía, lo reconozco, ni su existencia. Según dice la editorial: "La novela que supuso el punto de partida de la Generación Beat. Hasta ahora inédita en español. Tenemos un carácter furtivo. Conocido como el "beat tranquilo", John Clellon Holmes recoge en su novela Go las peripecias de sus amigos Cassady, Kerouac y Ginsberg en el Nueva York de finales de los 40. Esta historia de sexo, jazz, drogas y calles nos muestra que la generación beat no se limitó a inventar una forma de vida: también una literatura y un modo revolucionario de mirar."

Lo he empezado (19 y subiendo), y me gusta... Citando a mi amigo Eduardo, hay cosas que oyes, ves y lees que te dan ganas de hacer cosas, de vivir, en una palabra, y no tienen que se necesariamente buenas o increibles, simplemente es otra cosa. A mí, con la generación beat, me pasa. Recuerdo la película "La última vez que me suicidé".... pues eso...

Dos fragmentos de "Go"...

"Hobbes llegó a conocer su mundo, indirectamente al principio. Era un mundo de deprimentes pisos interiores, cafeterías en Times Square, antros de música bop, andanzas nocturnas, encuentros en las esquinas, autostop, mil bares de moda por toda la ciudad, y las calles. Ese mundo estaba habitado por gente enganchada a las drogas y otros hábitos, gente que buscaba un nuevo grado de locura, gente conectada por los invisibles hilos de la necesidad, pequeños delitos o un extraño reconocimiento de afinidad. No paraban nunca, vivían de noche, corrían por todos lados “haciendo contactos”, desaparecían de pronto en la cárcel o por los caminos, y resurgían de nuevo buscándose unos a otros. Tenían una perspectiva clandestina y misteriosa de la vida y parecían ignorar todo lo que no fuera la realidad de los trapicheos, de un lugar donde quedarse, imbuidos en el frenesí del jazz, que no decaiga la marcha. Hobbes se acercó con precaución, incluso con temor, a las lindes de este mundo, incapaz de ignorar la inmediata fascinación. Había estado demasiado tiempo entre gente más vieja, menos activa, más mental. Necesitaba algo nuevo y excitante."

(...)

"Hobbes miraba el reloj, quería estar en casa antes de que Kathryn regresara del trabajo; además, tras tantos cigarrillos y tantos café, la cerveza comenzaba a producirle una extraña sensación de lentitud. Terminó la bebida y se levantó.
—Mira, Paul —dijo Pasternak—. Mejor me voy al centro con David a echarle una mano. De todas maneras, tú tienes que comer. Nos vemos en un par de horas, ¿de acuerdo? Así que Hobbes los dejó y deambuló de regreso por la calle bochornosa y oscura. Consideraba a ráfagas la posibilidad de estar borracho y amnésico en cuatro horas, experimentando esa ilusoria sensación de despreocupación y buena voluntad que el licor le proporcionaba. El pensamiento fue agradable y fugaz.
Se entretuvo en el apartamento, colocando los cojines, lavando las tazas de café, hasta que terminó por sentarse en su escritorio y releer la carta con insatisfacción. La colocó de nuevo en la máquina y escribió despacio:
«Perdona esta retahíla de estupideces. La temeridad de una vida cada vez más ajetreada. Y amándote en vano durante tanto tiempo desde el centro. Releyéndola, descubro que ni siquiera he mencionado esas palabras odiosas. Bien, te quiero, Liza. Olvida los circunloquios. Tuyo, H.»

Título: Go
Editorial: Ediciones escalera
Autor: JOHN CLELLON HOLMES
PVP : 19,00 €
ISBN: 9788493701802
Rústica
325 páginas

martes, 24 de noviembre de 2009

Ronnie James Dio hospitalizado

Tengo, como todo el mundo, debilidades inconfesables, confidenciales, confesables, y evidentes. Esta es una de ellas, no soy yo quién para encuadrarla en una u otra categoría.
La voz de este hombre me lleva acompañando casi toda la vida, y aún hoy me sigue emocionando. Elf, Rainbow (Rising es EL disco, o al menos así pienso a veces), Black Sabbath, Dio...
67 años, y pocos, por no decir ningino, se mantienen a su nivel, y con menos años ni siquiera se le acercan. Técnica, emoción, maestría, presencia (pequeña, pero presencia), ningún artificio y una carrera que tira de espaldas.
Ronnie James Dio ha cancelado todas las fechas que tenía programadas, está en el hospital. Su mujer y manager ha dado un comunicado pero solamente ha dicho que está ingresado, y que esperan que le den el alta pronto. Cojones... Llevo toda la semana poniendo sus discos.
Este video es de hace un par de meses... Esta canción pertence al último disco de Heaven & Hell (aka Black Sabbath). Dio, Iommi, Butler, Appice dando clases megistrales, no sólo en directo sino incluso con un último disco que me parece buenísimo.
Joder, 67 años... y me sigue poniendo los pelos de punta.
Orgullosa debilidad...



En el Radio City Music Hall de NY hace dos años... "They say that life's a carousel, Spinning fast, you've got to ride it well.The world is full of Kings and Queens who blind your eyes and steal your dreams.It's Heaven and Hell!!"

domingo, 22 de noviembre de 2009

De lo que significa ver dormir...

Somos animales moribundos
anhelando insomnes
la muerte de Aquiles
la caida del Muro
la herrumbre de la bici
de nuestra niñez.
A veces, sin motivo aparente
olvidamos la casaca
y el reflejo nos devuelve
la mueca
que no es de hastío
la sonrisa
que no es estertórea
los ojos
que no cierran dos monedas
y el amor
que con suerte no es de juguete.
Entonces
el animal moribundo
firma la tregua
un armisticio tan insolente como breve
pues en el fondo siempre supimos
que sí, era de jueguete
pero aún así nos recogemos
bajo la luna de unos brazos
que nos prometen el sol
la gloria de Aquiles
el tunel bajo el Muro
o simplemente
el brillo cromado de nuestra flamante sombra
sin tiempo, bajo nuestros pies

viernes, 20 de noviembre de 2009

Que lo que pierdas de grande no te faltare de noble...


Últimamente en las conversaciones con amigos sale el tema de los palos que nos dan en los medios acerca de si somos la generación perdida, sin ideales, que no hemos llegado a nada y demás zarandajas. La última vez que hablé de eso, por teléfono con mi lucero viajero favorito, me sulfuré un poco. No sé, ¿qué esperaban? Entre supercoco, el capitán Furillo, Cyrano, Fray Perico, el zorrillo apestoso, Tierno Galván, Holden Caufield, Mercucho y otros perdedores perdidos, nos educaron a conciencia, y seguramente el problema es que, salvo excepciones, igual es que nos creímos de verdad todo eso que las generaciones anteriores no dudaron en mancillar a las primeras de cambio y a las que nos siguieron tampoco les tembló el pulso para mearse encima, bien aprendida la lección. Resultado, que nos han dado bien por el culo. Generación de miras funcionariales, nos topamos con el overbooking del babyboom y con la avaricia de los que nos sacaban los pocos años suficientes para enarbolar la bandera de la movida y la transición como si les debiéramos todo lo que tienen.


Los lobos que nos siguen tienen bien aprendida la lección. Los que mediamos la treintena, más cerca de los cuarenta que de los treinta, somos la generación que ha llegado tarde a todo. Nos la colaron bien, y cuando nos dimos cuenta, los que nos seguían ya nos habían tomado la delantera. Claro que siempre hubo listos, y siempre hay excepciones, pero salvo esos y los que han alcanzado el salvavidas de la funcionarialidad, el resto parece que vivimos en un marasmo emocional y material constante. Resentidos maduritos, visionamos o leemos “El club de la lucha” y nos hierve la sangre y nos reconfortamos con el íntimo consuelo de poder seguir dándole vueltas a la imaginación, la única posibilidad de justicia poética que conocemos mientras nos seguimos deslomando por tirar palante, oscureciéndosenos la sangre oyendo a políticos y culturetas progres cada vez que nos quieren dar lecciones de moralidad… Seguramente, mi "gabacho shaolin" preferido tenga razón (cómo y por qué, en otra entrada...) y todo esto no sea más que recurrentes pataletas del ego, pero me gustaría llegar a fin de mes con el esfinter relajao y el recuerdo de la guillotina como un chiste y no como una necesidad...
Up the pecera's y up the irons!!!

Lecturas: a bote pronto, “El club de la lucha” de Palahniuk, cualquiera de Bukowsky o Raymond Carver, “Los detectives salvajes”, “Las partículas elementales” de Houellebecq...
Música: Junkyard, Jason Isbell, The Band, Ronnie Lane, Mike Bloomfield, Trouble, Paul Pena, Alejandro Escovedo, Forbidden, Overkill, 091, Fast Navarro, Bud Powell…


CYRANO:
¿Y qué tengo que hacer?
¿Buscarme un valedor poderoso, un buen amo,
y al igual que la hiedra, que se enrosca en un ramo
buscando en casa ajena protección y refuerzo,
trepar con artimañas, en vez de con esfuerzo?
No, gracias. ¿Ser esclavo, como tantos lo son,
de algún hombre importante? ¿Servirle de bufón
con la vil pretensión de que algún verso mío
dibuje una sonrisa en su rostro sombrío?
No, gracias. ¿O tragarme cada mañana un sapo,
llevar el pecho hundido, la ropa hecha un harapo
de tanto arrodillarme con aire servicial?
¿Sobrevivir a expensas de mi espina dorsal?
No, gracias. ¿Ser como ésos que veis a Dios rogando
-oh, hipócritas malditos- y con el mazo dando?
¿Y que, con la esperanza de alguna sinecura,
atufan con incienso a quien se las procura?
No, gracias. ¿Arrastrarme de salón en salón
hasta verme perdido en mi propia ambición?
¿O navegar con remos hechos de madrigales
y, por viento, el suspiro de doncellas banales?
No, gracias. ¿Publicar poniendo yo el dinero
de mi propio bolsillo? Muchas gracias, no quiero.
¿Hacerme nombrar Papa en esas chirigotas
que en los cafés celebran, reunidos, los idiotas?
No, gracias. ¿Desvivirme para forjarme un nombre
que tenga de endiosado lo que no tiene de hombre?
No, gracias. ¿Afiliarme a un club de marionetas?
¿Querer a toda costa salir en las gacetas?
¿Y decirme a mí mismo: no hay nada que me importe
con tal de que mi ingenio se cotice en la Corte?
No, gracias. ¿Ser miedoso? ¿Calculador? ¿Cobarde?
¿Tener con mil visitas ocupada la tarde?
¿Utilizar mi pluma para escribir falacias?
No, gracias, compañero. La respuesta es: no, gracias.
Cantar, soñar en cambio, estar solo, ser libre
que mis ojos destellen y mi garganta vibre.
Ponerme, si me place, el sombrero al revés,
batirme por capricho o hacer un entremés,
trabajar sin afán de gloria o de fortuna.
Imaginar que marcho a conquistar la luna.
No escribir nunca nada que no rime conmigo
y decirme modesto; ah, mi pequeño amigo.
Que te basten las flores, las frutas y las hojas,
siempre en tu jardín sea donde las recojas.
Y si por suerte un día logras la gloria así,
no sabrás darle al césar lo que él no te dio a ti.
Que a tu mérito debas tu ventura, no a medra y en resumen,
que haciendo lo que no hace la hiedra, aún cuando te faltare
la robustez del roble, lo que pierdas de grande
no te faltare de noble…



[Edmond Rostand, Cyrano de Bergerac]
La edicion de Alianza editorial, con traduccion de Mauro Armiño, es una maravilla.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Ya me lo digo yo todo, como Cyrano, y no termino lecturas


De un tiempo a esta parte he de admitir que muy a mi pesar soy un lector fragmentario y fragmentado. No es lógico, ni moral, tener 18 libros sin terminar de leer, y seguro que con poco esto está estipulado como patología y tiene hasta nombre. El motivo es sencillo, creo. Estoy sobreestimulado, y es normal, paso la mayor parte del día literalmente rodeado de libros, a lo cual hay que añadir la lectura diaria de blogs literarios; creo que esto último ha terminado por definir la manera en la que leo últimamente. Lecturas rápidas y fragmentadas, ilusión holística, bibliofilia, logomanía, no sé, pero he de poner remedio. No voy a poner la lista de los libros que se amontonan por los rincones (literal) y que no acabo (no que no logre acabar, de los 18 he quitado lo que sí, he empezado y he dejado por imposibles), porque lo malo es eso, todos me tienen enganchado, aunque igual luego escribo la lista, más que nada por ordenarme yo y saber cuáles son realmente y ponerme un orden de lectura...
Para colmo, releo… Y cuando me agobio por la falta de tiempo real para sentarme a leer despacio (el gran motivo de todo este desorden) me voy de “tapeo” entre las estanterías.
Un par de hojas de Murakami, de Huxley, de Gopegui, de Spinoza y vuelta a empezar…
Ayer leí unas gloriosas páginas de Cyrano de Bergerac de Rostand. Es una de mis piezas dramáticas favoritas. De la generación que vio a Gerald Depardieu encarnando a tan glorioso perdedor (1990), cuando leí el texto de Rostand, Cyrano tenía su cara, pero Roxana era algo privado (por cierto, no me olvido de la versión de José Ferrer). La he visto en teatro varias veces, con mayor o menos fortuna y, hoy por hoy, sigo recordando las 4 veces que vi la versión de Teatro Meridional, sobre todo una, en el festival de teatro de Alcalá de Henares, en una pequeña iglesia, donde no sólo Cyrano acabó llorando a lágrima viva (más de medio aforo terminó igual); inmenso Óscar Sánchez Zafra…



Hace años, cuando Internet era una entelequia, escribí en un fanzine sobre el Cyrano real, su libro "Historia cómica de los Estados e imperios del Sol. Viaje a la luna” siempre ha estado muy presente para mí y para Milos Meisner, y más aún en los pasados meses, pero a saber dónde tengo yo esa revista… Ayer leí la escena IV del primer acto y disfruté, como siempre, me acordé de muchas cosas, de cuando vi la peli, de cuando leí el libro y de un pajarraco torvo y vanidoso, y sobre todo sonreí un poco al saber que lamentablemente uno nunca tendrá la mente tan fresca ni el verbo tan ágil como para enfrentarse así a las afrentas… Porque todos, todos, tenemos una afrenta pendiente…

Edmond Rostand. Cyrano de Bbergerac (1897), I, escena IV
Ed Alianza, 2008 Traducción, Mauro Armiño.10.25 €
Ed. Espasa, 2006. 8.25 €

-¡Ah, no! Eso es muy poco, joven. Se podrían decir muchas cosas más, pero con otro tono. Por ejemplo, con tono agresivo: “Yo, señor, si tuviera tal nariz, me la arrancaba al instante”. O, en tono amistoso: “Se le mojará al beber; debería mandar que le fabricasen una copa especial”. O, con gesto descriptivo: “Es una roca, es un pico, es un cabo, pero ¡qué digo un cabo! ¡Una península!”. O, con aire de curiosidad: “¿Para qué sirve este accesorio?¿Para guardar tijeras?”. También en tono gracioso: "¿Os gustan tanto los pájaros que les ofrecéis paternalmente esa percha para sus patitas?. O truculento: "Cuando fumáis, señor, ¿podéis echar el humo por la nariz sin que los vecinos griten que está ardiendo una chimenea?. O, como advertencia: "¡Tened cuidado, que se os va a caer al suelo la cabeza, arrastrada por ese peso!". O, con ternura: "Debéis encargar para ella una sombrilla, no sea que su color se estropee con el sol". O, con pedantería: "Señor, únicamente el animal que Aristófanes llama hipocampoelefantocamello debió tener en la cara tanta carne sobre tanto hueso". O, con gesto caballeresco: "¡Eh, amigo! ¿Está de moda ese gancho? Por cierto que es muy cómodo para cargar el sombrero". O, con énfasis: "Ningún viento, excepto el mistral, podrá, ¡Oh, nariz!, enfriarte toda entera. Será el Mar Rojo cuando sangra". O, con admiración: "¡Qué emblema para un perfumista". O, con lirismo: "¿Es una caracola o es un tritón?". O, con ingenuidad: "¿Cuándo puede visitarse ese monumento?. O, respetuosamente: "Permitidme, señor, que os felicite; a eso llamo yo tener casa propia". O, con campechanía: "¡Eh, paisano! ¿Eso es una nariz? ¡Ca! ¡Eso es un nabo gigante o un melón pequeño!". O, en términos militares: "Lanzaos contra la caballería!". O, en fin, parodiando a Píramo, con un sollozo: "¡He aquí una nariz que ha roto la armonía de la figura de su dueño! ¡Así está roja de vergüenza la traidora!"... He ahí más o menos, lo que vos me habríais dicho, de tener alguna erudición y algún talento. Pero de inteligencia, ¡Oh, el más lamentable de los seres!, jamás tuvisteis un átomo, y de letras no tenéis más que las cinco que forman una palabra: "tonto". Y aunque hubieseis tenido la inventiva necesaria para dirigirme, delante de esta distinguida concurrencia, todas esas bromas, tampoco hubierais dicho la cuarta parte de la mitad de una sola, puesto que me las digo yo mismo con mucha facilidad y no permito que ningún otro me las diga".

Y aquí la maravillosa versión rimada...
Yo llevo moralmente la elegancia...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Imelda May

Con todo el dolor de mi corazón.... me lo voy a perder....
Porca miseria... y maldito parné...
aysss....
El jueves 19... Sala Caracol, si podeis no os lo penseis...


Un diosa deliciosa....

lunes, 16 de noviembre de 2009

Reina de picas


"Al borde del desguace
Sumiso
Descabezado y sin remedio
El setentaicuatro revolviéndolo todo
En la antesala de los últimos años
Viendo barcos de brújulas rojas
Cabotaje igualmente cobrizo
Y timón desmemoriado
Ya ciegos, todos
Alguien me dice que comprende
que recurrir al faro
Es algo demasiado
Sencillo y demasiado
Insensato
Y puestos a hacer rodar cabezas
Que ruede sólo la mía"

A. Carnicero.
"La exclusas del nautilus"
Ed. Pacífico. 1998. Buenos Aires. 15 €

sábado, 7 de noviembre de 2009

Roadhouse Sun


En esta época uno encuentra música por el canal que todos sabeis, y basta una tarde tonta clikeando sin parar, de una cosa a otra para dar con cosas que nunca d eotro modo hubiéramos encontrado. Escritores, películas que en la vida hubiera soñado ver o conocer su existencia, y música, claro... Discos que en mi adolescencia era incunable y inencontrables, que formaban casi parte de una mitología privada e inalcanzable, ahora flotan en la nada de mi disco duro, no sé de su existencia física pero al menos los he escuchado (Granicus, los 4 discos de Bobby Whitlock, el que hacía sombra a Eric Clapton en Derek and the Dominoes...)
Luego navegas y ves que hay otros como tu. Me pasó con Will Hoge, lo descubrí en myspace hace 4 años, y me acuerdo especialmente porque fue mi primera compra trasatlántica, y ahora igual cae en el Azkena del 2010. Y me pasó con Ryan Bingham.

Ryan Bingham es un muchachote de Nuevo México que se mueve en los territorios del llamado country alternativo o americana. Aún no tiene 30 años y ya tiene cuatro discos a sus espaldas. Bingham pertenece a esa clase de tipos rudos que cantan con el polvo del desierto en su garganta. Las letras de sus canciones son aridas y realistas, un reflejo de su vida errante. Vidas Rebeldes de John Ford no le pilla muy lejos. Ryan Bingham ha crecido dentro de la típica familia desestructurada del medio oeste americano y ha llevado una existencia errante desde muy joven, hostales, carreteras infinitas y antros donde tocar, hacho que compaginaba con principal fuente de ingresos (hasta hace 3 años), montando toros en el circuito de rodeos. Algunos críticos dicen que su voz se asemeja a un cantante de más de cincuenta años. Esta sensación se palpa en la primera escucha, se oyen ecos del Dylan más eléctrico, de Steve Earle o Drive-By Truckers. Sus dos ultimos discos han sido producidos por el gran guitarrista y ex-Black Crowes, Marc Ford. Tras dos discos en la modesta compañia tejana Lone Star Music, Wishbone Saloon en 2004 y Dead Horses en el 2006, ficha por Lost Highway Records y saca otros dos discos, Mescalito del 2007 y Roadhouse Sun en el 2009.


Mescalito me fascinó. El disco perfecto para cualquier tarde tonta mirando caer el sol en la estepa manchega. Roadhouse Sun me ha volado la cabeza. Desde que me llegó lo devoré, bueno, antes, porque lo escuché antes, copia de seguridad en el cd del coche y de ahí no ha salido hasta dos semanas después (cambiado por Joy de Phish, por cierto).
No sé si será la producción de Marc Ford, o que Bingham como compositor a dadu un paso más, pero el disco suena tremendo. La paleta musical incluye los popes citados antes y en canciones como "Change is" se nota que los caminos de Wilco son inescrutables y muy fructíferos. Insisto, uno de esos discos que crece en matices y profundidad con cada escucha, uno de los discos del año.

miércoles, 28 de octubre de 2009

"Los libros abandonan las librerías"

Reproduzco literalmente (corto y pego, vamos) el artículo de el diario El Público sobre el libro electrónico... No sé, uno se pregunta tras leer cosas así, soy yo o esto parece más una agresiva campaña de marketin' encubierto... dentro de poco dirán que los libreros somos unos ladrones aprovechados o algo así... En fín... operación "búsqueda de nuevo curre" oficialmente abierta...
Con un titular así qué menos...



El Público.
Los libros abandonan las librerías
El negocio avanza hacia el ‘streaming’, las descargas y el ‘libro enriquecido’ con elementos audiovisuales.
PAULA CORROTO - MADRID - 27/10/2009 23:32

La pregunta ya no es si leeremos en pantalla o en papel; la pregunta es cómo leeremos en pantalla. El cambio en la expresión es sustancial: la lectura en pantalla ya está aquí. Lo que no sabemos es si ya está la literatura. Ni qué será de las librerías, que cada vez suenan más como las grandes damnificadas.
En España, las editoriales reconocen que se han visto espoleadas por las empresas de tecnología para adaptarse, pero también saben que no hay escapatoria. Según el reciente estudio sobre La Digitalización del Libro, elaborado por el portal Dosdoce.com, un 57,8% de las 277 editoriales consultadas cree que la definición del modelo on-line es la principal prioridad para 2010, seguido de la formación del personal en nuevas tecnologías (33,6%) y del establecimiento de los derechos de autor digitales (27,8%). La importancia de la digitalización se ve refrendada por las dos conferencias que se celebran hoy en Madrid: las I Jornadas sobre la transformación de los hábitos de lectura con las nuevas aplicaciones, organizada por ANELE, y E-book, la puerta on-line a la cultura impresa, puesta en marcha por Telefónica.
Otro dato más del boom digital. Aunque el porcentaje de lectores de e-books todavía es bastante despreciable en España, una editorial como Harlequín, especializada en novela romántica, ha generado en el último año un volumen de negocio de un millón de euros con la venta en PDF de sus libros a través de su web para leerlos en ordenador.

A por el dinero

Si es evidente que el mundo digital ya está aquí, ¿cómo será el acceso a los libros? ¿Compraremos por Google? ¿Cómo leeremos? ¿Qué tipo de libros leeremos? Mil preguntas y mil respuestas. Pero si algo es certero, es cómo suenan las monedas de los múltiples negocios que se avecinan.
Óscar Fajardo, responsable de marketing web de la editorial SM, y participante en la jornada de Telefónica, señala que una de las posibles tendencias que cada vez se contemplan más es el streaming o "los libros en la nube" . "No sabemos lo que va a ocurrir, pero el streaming está ahí y lo estamos estudiando", afirma. Este servicio es que el utiliza Spotify para la música. El usario accede a la canción en la web, pero no se la descarga. "En libros podríamos hablar de mostrar un capítulo, después otro...", piensa Fajardo.
¿Cómo serían entonces las fuentes de ingreso? Porque hoy en día está establecido: los beneficios del precio final se reparten entre autores, editores, distribuidores y libreros. "Por supuesto esto cambiará y empezarán las negociaciones con operadores de Red. Se pueden establecer bonos de tarifa plana para que por 25 euros te bajes cuatro libros", apunta Fajardo, quien también avisa que ya no se negociará con las 4.000 librerías que existen en España, sino que será con un operador que permita las descargas en todo tipo de aparatos, incluso los móviles. En este sentido, no es de extrañar que las conferencias las haya organizado Teléfonica.
Otras editoriales se muestran más cautas a la hora de lanzarse directamente al mundo Internet. Desde Random House Mondadori, Patxi Beazcoa, director de marketing y proyectos web, asegura que en la plataforma de distribución que han creado junto a Santillana y Planeta (en mayo colgarán 6.000 títulos), ellos seguirán contando "con los mismos jugadores con los que hemos contado hasta ahora. Una librería puede montar su web y asociarse con una plataforma digital". Habla con producencia, pero también reconoce que las posibilidades de negocio están cada vez más abiertas. "Sí, conocemos el modelo streaming y el de préstamo. No todo los modelos van a estar basados en las descargas de archivos", reconoce.
Con respecto a Google Editions, el nuevo proyecto de librería del gigante de Internet, en España la postura es clara: "Nosotros no nos la planteamos como plataforma de distribución hasta que no acepte las mismas condiciones que el resto de jugadores que ahora hay en la partida", señala Beazcoa. Es decir, quieren un porcentaje distinto a ese 15% que ofrecen al editor de la venta del libro.
La industria está volcada, se discuten los accesos, el precio del libro, los editores apuestan por el 4% de IVA, pero y ¿la literatura? y ¿los lectores? Porque hasta ahora parece que se está contando poco con el aspecto más creativo de esta industria.

Choque de lecturas

Mireia Manresa, profesora del departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Autonóma de Barcelona aclara: "Hoy la literatura no está en las pantallas, sino en los libros en papel. En las pantallas está la información". Sin embargo, también observa ese choque que se va a producir entre "la lectura rápida e hipertextual que exige la pantalla y la reflexiva del papel". Para ella significa, además, un enriquecimiento: "Sobre todo porque la pantalla socializa". Manresa también señala que en la web ya se está desarrollando "una literatura digital, que no digitalizada, fragmentada y muy especifica".
¿Quiénes serán los lectores de los e-books? Porque detrás de toda la digitalización hay una cuestión generacional. En este sentido hay diversidad de opiniones. Óscar Fajardo, de SM, entiende que "hay muchas generaciones que se han educado en papel y estos seguirán leyendo en papel". Para Arantxa Mellado, del portal Ediciona.com, "los más proclives serán los nativos digitales, es decir, la generación que ya ha nacido con Internet". Sin embargo, Mireia Manresa, sostiene que será al contrario: "Los adolescentes no están pidiendo este aparato de lectura. Además, tampoco leen libros. En Internet, leen en chats y poco más. Creo que serán los adultos los que compren e-books".

http://www.publico.es/culturas/264596/libros/abandonan/librerias

martes, 27 de octubre de 2009

¿Quién era el número 1 cuándo naciste?

Curiosa página que te dice quién era el número uno en las listas de música pop y rock el día que naciste (o cualquier otro día, vamos) en United Kingdom, Estados Unidos y Australia... Sorpresas...
En mi caso... Para echar a correr y mondarse de risa... Funk, soul, y rock, Horterismo, seducción y artes marciales... Ouh yeah...... (menos mal que no te dice quién reinaba en las listas españolas...)


UK: Carl Douglas: Kung Fu Fighting



U.S.:Barry White: I can't get enough of your love, baby


Aus.: Steve Wright: Evie



La página en cuestión...
What was nº 1 on the day you were born? Aquí

martes, 20 de octubre de 2009

El Colectivo el Quiltro y los cuentos perdidos

Hace unas semanas la gran Andrea Hauer y el encantador Felipe (al video de su blog me remito) estuvieron con sus creaciones en el Nómada Market... Para mi sorpresa y solaz, además de sus cosas (insisto, en su blog) sus libretas, sus fotos, sus calendarios, sus follators y todas las mariposas, editaron tres cuentos mios y los vendieron allí...


Aún no los he visto ni tocado ni releido en su nueva carcasa, pero en la distancia me emocionaron como merecen ellos dos... Dos de los cuentos tuvieron sus segundo de gloria, el otro salió del cajón y respiró feliz...
Lo mejor, y más reconfortante, el cartelito que me pusieron...
Se os echa mucho de menos...
Gracias, quiltros...



Ya decía el viejo blues de Willie Dixon que nunca juzgues un libro por su portada, pero en este caso sería casi al revés, nunca denostes una portada por el cuento de dentro, coño, qué bonitos...

sábado, 17 de octubre de 2009

Los papeles perdidos de Milos Meisner. II

"Almarga. Almería. Julio del 1999"

"Comulgan mis esperanzas con eso que podrían llamar errores, camino, pasado, galera donde reman arrepentimientos y torpezas, acordes y rectas triangulares, mujeres irredimibles y demonios obtusos de tez clara y dedos torcidos. Cuando se pierde todo y nada conmueve, cuando se espera todo y nada nos escoge. Suena un grupo llamado los Smith en un bar de Almarga; nunca me gustaron y siguen sin gustarme. Si me tomo otra cerveza tal vez me emborrache. Una cruz de Malta, un posavasos lleno de espuma, una mesa de los años veinte, postales de Sofía Loren cuando Sofía Loren emanoraba a obispos, generales y humanos sensibles. Vine aquí a echar de menos a casi todo el mundo y a intentar sentirme de nuevo, vivo o muerto, limpio o seco, informal o retórico. Cartografías, luces ladinas, pasado imperfecto, trenes desarmados, maternidad fluorescente. A-13 es un sitio lejano y triste. Morrisey definitivamente me aburre. La primera noche que pasé en casa de Lucien en uno de mis viajes relámpagos a Paris en los ochenta, éste no paró de alabar a los Smith mientras yo no paraba de pensar en que se callara y me dejara a solas de una vez con aquella amante tan fugaz como necesaria que creo recordar que se llamaba Julie. Tal vez ya era demasiado viejo y demasiado soviético en aquellos años como para apreciar esos existencialistas gorgoritos burgueses de extrarradio de posos literarios y machos sensibles...
No puedo focalizar, templar la espada ni la espalda contra enemigo alguno porque nadie espera ya nada de mí. Si alguna mujer quisiera llevaría la primera estatua a la luna por una de sus sonrisas. Irme de este lugar sin besar a nadie es un delito grave del que sé que no saldré indemne.

La preciosa camarera me sonríe cada vez que pasa a mi lado de una manera que podría hacer que volviera todos los días del resto de mi vida. Me acaba de preguntar si soy el francés que ha alquilado la casa vieja de Matías. Le digo que no sé quién es Matías, y que tampoco soy francés pero que sí, que soy ese que piensa que soy. Me pregunta si voy a tomar algo más mientras sus ojos miran mis manos posadas sobre un plano de la ciudad en donde con un boli barato e infalible estoy haciendo dibujos de ella. Cuando le voy a contestar, alguien la reclama y girando sobre sus talones como una Lolita a punto de cumplir los treinta me deja con la palabra en la boca. Pendientes rojos, piernas donde perderse por 20.000 leguas y ochenta días... Podría inventarme que también soy un escritor famoso, y que he venido aquí de retiro a escribir mi siguiente novela, puedo inventarme una biografía mientras la desnudo y la colmo de besos en la playa. O puedo irme directamente a tomar por culo, que será probablemente lo que me diga si cruzo la frontera de esta ficción...
Si por escribir aquí y ahora entendemos vaciarse y descubrirse, entonces lo quiero todo, sin cortapisas ni paños calientes, como el amor más desolador, una puerta que si me abren arrollaré sin intención de hacer prisioneros, ni siquiera a mí mismo. El miedo corrompe la cobardía de la que hacemos gala y amputa la vida ruinosa que vivimos cuando no es procedente la desidia, igual que la valentía cuando es insolente. Aforismos torpes de sírveme otra cerveza, haikus de baratillo, sueños rotos y pegados de nuevo mil veces con goma caliente sin solución de continuidad. La espuma aturde el alma. Si he de morir de vergüenza que sea colorado por no poder negar lo que soy. Entre un burdel y una iglesia prefiero que me hagan ruborizar en el primer lugar, antes, durante y después.
Sueños resquebrajados con lunáticas en Praga y camareras en Almarga. Pesadillas rojas en La Coulonne con soberanas sin alma. Siestas de comidas ligeras con planchadoras en Vladivostok. Insisto, si he de morir que sea colorado y muerto de vergüenza, soltando disparates y disculpas... aunque siempre me he quedado a medias en todo lo que he hecho con mi vida. Tengo la misma cantidad de libros empezados a leer sin terminar que libros leídos. Más esculturas proyectadas que hechas, más hijos soñados que dando por saco, más sangre recorriéndome que derramada. Si grabo un corazón en una mesa de madera con un cuchillo, pondré mi nombre dentro y dejaré espacio suficiente hasta para Maria Antonieta o Dalila. Al zar y las zarinas no las indultaría ni yo en estos momentos tan lejos de casa y tan cerca del hogar, ni siquiera por toda la bodega del Palacio de invierno. Caracol pelotero en plena crisis de los cincuenta. Cejas depiladas y culos prietos. La camarera no lleva tacones pero anda igual de erguida como si los llevara. Sonríe y digo que sí, que me ponga otra cerveza. Me pregunta si quiero cacahuetes y me la imagino vestida de Betty Boo deseándome buenas noches. Me repite la pregunta más despacio y respondo que sí, que claro, lo que ella quiera... Por primera vez, me sonríe espontáneamente...


Imposibles amores de mercadillo que inspiran al más pintado y al más tonto (ahora es cuando debería contarle la historia de cuando era niño y hacía espantapájaros en los campos de Moravia imitando estatuas famosas...) Todo tarda en llegar o no llega nunca. Desnudos al retortero, mamadas a todo trapo y espejos rotos, años de mala suerte, siete inútiles maneras de matar a un gato negro... ¿Cómo era? ¿Maldición eterna a todo aquel que lea este libro? Malédiction éternelle à tout ce qui lit ce livre, ese creo que fue el título con el que leí un libro así llamado hace años en Paris. Manuel Puig y lecturas falibles de noches insomnes. En el fondo yo también soy un libro, al igual que todos los peces feos de las fosas abisales. Para llorar a mares y corromper monjas siempre hay tiempo, igual que para decir basta y echarse a dormir. Sé que esta noche acabaré en la playa, solo y haciendo cualquier figura con arena y agua salada antes de que salga el sol. Emborrono un plano turístico de Alamarga con rostros hermosos y muñequitos obscenos, C-5 parece un buen lugar para vivir; perdí mi último cuaderno en un camping y sólo he encontrado esto a mano, aunque creo que hubiera robado un rollo de papel higiénico de haber sido necesario para dibujarla. Una espiral de caracol aparece dibujada entre calles cuyo nombre desconozco y apenas sé decir correctamente... Sólo me queda una cosa por hacer, levantarme, pedir la cuenta y preguntarle su nombre a la camarera...
Milos Meisner. 1999

martes, 13 de octubre de 2009

A vueltas con el libro electrónico, cap. I


Leo un artículo de Juan Villoro llamado Llegó el momento de inventar el libro y me gusta lo que leo, es lo único que puedo decir al respecto de la llegada inevitable del libro electrónico, del Kindle y de su puta madre. Saber que en un par de generaciones muy pocos sabrán lo que es leer un libro tal y como lo hemos conocido hasta ahora, y tal y como relata Juan Villoro da un poco de miedo, o no... No lo sé, a mí no me gusta, la única refencia que tengo para emitir cualquier juicio de valor dobre el Kindle es la industria musical, los IPod (y su puta madre), pero dicho ejercicio comparativo falla en la base pues la "apreciación" de una obra musical te puede llevar dos horas o así (si escuchas un disco dos veces) y eso pertenece a otra esfera que no es literaria o semántica (y aunque uno se baje la discografía de Led Zep tampoco se podría comparar, por eso de tardar días, o semanas, o meses en escucharla bien si te son desconocidos). Además, todos sabemos que desde el mp3 y las descargas, nuestra cultura musical no ha mejorado mucho que digamos (es como el reverso tenebroso del argumento en contra de los métodos anticonceptivos o la legalización del aborto, esos que dicen que si a los jóvenes les dices que follen con condón y que desde los 16 tienen la posibilidad legal de abortar, follarán como locos y se volverán unos degenerados asesinos), claro que para eso está el canon en los cd's vírgenes (que pongan uno también en los cuchillos, por si acaso matas a alguien con él)

Así que la repercusión en el libro tal y como lo conocemos no sé cuál será. Yo para empezar hoy he comprado un cupón de la once y he empezado a hacerme a la idea de que debo estudiar para opositar a algo o que curraré de otra cosa pronto (si encuentro curro, claro) sé que dejaré de vender libros y en vez de reciclar papel, me reciclaré a mí mismo...
Un día les diré a mis nietos que fui librero, y ellos me preguntarán qué es eso...
Toda esta perorata no tiene ningún sentido, lean el artículo de Villoro, o mejor, lean a Villoro después, si es en libro, mejor.

jueves, 1 de octubre de 2009

Anécdotas olvidables (o menos mal que al final fui solo)

Una vez, en un concierto, salté del escenario y nadie me cogió... afortunadamente el escenario tenía poca altura...
La primera y la última...
Escuchar de nuevo a Tight Bross From Way Back When me ha hecho recordar tan magno momento... zurriagazo, por dios... y por cierto, memorable concierto...
Ah, lo negaré si alguien pregunta...

martes, 22 de septiembre de 2009

Detesto los libro de texto

Estoy hasta los mismísimos de la campaña de libro de texto. Agotado, y eso que apenas tengo jaleo, cansado de profesores que les dicen "necesitais el libro de inglés de oxford de cuarto" y tu por ciencia infusa has de saber cuál es, de vales de gratuidad que son como hacer dificil lo que debería ser fácil (centros-----editoriales, punto...) y no centro-vale-librero-distribuidora-editorial-distribuidora-librero-vale-centro-delegación de educacion-y vuelta a empezar para que al final te paguen lo que tu has tenido que pagar hace mínimo dos meses. Con algunos colegios me ha faltado llevar los libros con lacito... Y llamar mil veces para que me pasen la lista de los libros que necesitan... pero no... Y encima, pa ná, como decía mi abuela... Mierda para el correillo que va y viene...
Para colmo yo no tengo astenia primaveral sino que la tengo otoñal, y soy un despojo.
Necesito a Groucho...
Hoy un chaval ha venido a pedirme "el libro ese de la casa de la duquesa de Alba" y resulta que era "La casa de Bernarda Alba". Cualquier otro día me hubiese parecido entrañable pero era un niñato tan pagado de sí mismo que lo único que merecía era un gulag, "y también dos huevos duros"...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Marca de agua


Leo a Joseph Brodsky (Leningrado 1940 - New York 1996). Marca de agua, su libro, es un recorrido por Venecia a través de diversos viajes a lo largo de los años. Leí este libro por primera vez cuando trabajaba en la Librería Pasajes, cuando subíamos los libros del almacén para reponer, y allí estaba. Charo se declaró encantada por dicho libro y yo no pude más que abrirlo. Precioso. Lo volvimos a vender y lo volvimos a pedir, pero la edición en tapa dura estaba agotada. Me empeñé en tenerlo en esa edición pero no lo conseguí. Al final, lo olvidé, aunque seguí leyendo a Brodsky a menudo. Ahora me he vuelto a acordar de este libro, y lo he pedido en tapa blanda. Para mí. Es increible volver a abrir ciertos libros y descubrir que nos siguen haciendo sentir lo mismo. Nos é por qué, pero siempre que leo este parrafo, me acuerdo de mis compañeros de facultad, de Ramón, Edu, Iván, Marcos, Guada, Sergio, Araceli...


"La había visto por primera vez hacía años, en aquella reencarnación anterior, en Rusia. La visión, allí, había adoptado el disfraz de una eslavista, una experta en Maiakovski, para ser más preciso. Ese hecho casi privaba a la visión de cualquier interés a los ojos de la camarilla d ela que formaba parte. Que no era el caso lo atestiguaban las medidas d esu propiedades visibles. Un metro sesenta, huesos delicados, piernas largas, cara alargada, cabellos castaños y ojos almendrados color avellana, un ruso pasable en aquellos labios maravillosamente dibujados y una sonrisa cegadora en los mismos, soberbio vestido de ante fino como el papel y sedas a juego, impregnados de un perfume mesmérico y desconocido para nosotros; la visión era, simplemente, la de la mujer más elegante y sobrecogedora que jamás hubiese pisado nuestro entorno. Era la clase de mujer que humedece lso sueños de los hombres casados. Y además, era veneciana.
De modo que enseguida obtuvo nuestro perdón por pertenecer al PC italiano y profesar cierto entusiasmo por nuestros ingenuos vanguardistas de los años treinta, hecho que atribuimos a la frivolidad occidental. Creo que incluso en el caso de haber sido una fascista confesa la habríamos deseado con la misma vehemencia. Era de todo punto sorprendente, y cuando posteriormente se enamoró del mayor mentecato de la periferia de nuestro círculo, una especie de botarate engreído de origen armenio, más que de celos o lamentos masculinos, la respuesta general fue de rabia y asombro. Por supuesto, pensándolo mejor, uno no debería enfadarse por una pieza de encaje ensuciada por fuertes jugos étnicos. Sin embargo, lo hicimos. Porque no era una decepción, se trataba de una traición del tejido.
En aquellos días, asociábamos estilo con sustancia, belleza con inteligencia. Después de todo, éramos una panda de letrados y, a cierta edad, si crees en la literatura, piensas que todo el mundo comparte o debería compartir tu gusto y tus convicciones. De manera que si alguien resulta elegante, ese alguien es uno de los nuestros. Desconocedores del mundo exterior, de Occidente en particular, no sabíamos que el estilo pudiese comprarse al por mayor, que la belleza pudiera ser mera mercancía. De manera que contemplábamos aquella imagen como la extensión física y encarnación de nuestros principios e ideales, y su vestido, transparencias incluidas, como parte de la civilización.
Tan poderosa era aquella asociación, y tan bella era la imagen, que incluso ahora, pasados los años, con una edad diferente y, de algún modo, perteneciendo a un país también diferente, sentí que me deslizaba sin darme cuenta hacia aquella antigua forma de sentir. La primera cosa que le pregunté cuando llegué a Venezia, mientras me apretaba contra su abrigo de piel de nutria en el embarcadero atestado de gente del vaporetto, fue su opinión sobre los Motetes de Montale, publicados recientemente. El familiar fulgor de sus perlas, treinta y dos de la mejor calidad, que encontraba eco en el brillo del borde de su pupila castaña y se elevaba hasta la dispersa plata de la Vía Láctea, sobre nuestras cabezas, fue la única respuesta que obtuve, pero eso era mucho. Preguntar, en el corazón de la civilización, por lo último que había producido, era quizá una tautología. Quizá, sencillamente, me comporté con descortesía, ya que el autor no era del lugar."


"Hay algo primordial en el hecho de viajar por agua, incluso en las distancias cortas. Recibes la información de que no se espera de ti quete encuentres allí tanto por tus ojos, oídos, nariz, paladar o las palmas de tus manos como por tus pies, que se sienten extraños de actuar como un órgano sensorial. El agua altera el principio de la horizontalidad, sobre todo de noche, cuando la superficie parece pavimento. No importa lo sólida que su sustituta -la cubierta- aparezca bajo tus pies, sobre el agua siempre estás más alerta que en la orilla, tus facultades deben buscar un equilibrio. Sobre el agua, por ejemplo, nunca te distraes de la forma en la que lo haces en la calle; tus piernas te ponen a prueba, a ti y a tu ingenio, constantemente, como si fueras una especie de compás. Bueno, tal vez lo que agudiza tu ingenio cuando viajas sobre el agua sea un eco tortuoso y distante de los viejos, conocidos cordados. Sea como fuere, tu sentido de lo otro se agudiza sobre el agua, como si se intensificara por un peligro mutuo y común. La pérdida de dirección es tanto una categoría psicológica como náutica. Quizá por eso, durante los siguientes diez minutos, aunque nos movíamos en la misma dirección, vi cómo la flecha de la única persona que conocía en la ciudad y la mía divergían en, al menos, cuarenta y cinco grados. Casi con seguridad porque esta parte del Gran Canal estaba mejor iluminada.
Desembarcamos en el embarcadero de la Accademia, cayendo prisioneros de la topografía firme y de su correspondiente código moral. Tras un breve serpentear por estrechas callejuelas, se me depositó en el vestíbulo de una pensione con algo de claustro, se me besó en la mejilla -más como a un Minotauro que como a un héroe valiente- y se me desearon buenas noches. A continuación mi Ariadna se desvaneció, dejando tras de sí un hilo fragante de su caro perfume (¿tal vez Shalimar?), que enseguida se disipó en la atmósfera húmeda de una pensione impregnada, por otro lado, de un débil pero ubicuo olor a pis. Me quedé mirando los muebles durante un rato. Luego me desplomé sobre la cama."

Marca de Agua. Ed. Siruela, 13,90 €
Josef Brodsky
ISBN: 9788498411454

Reportaje fotográfico con fragmentos de "Marca de agua"
http://www.flickr.com/photos/abulukas/sets/72157600011110474/
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