sábado, 27 de marzo de 2010

Brodsky y la literatura


Josef Brodsky nació en San Petersburgo.
Abandonó sus estudios de bachillerato.
Pasó 18 meses en un campo de trabajo soviético, acusado de parasitismo social.
Tenía 24 años.
Dos imágenes...

Transcripción de su juicio:
Juez: ¿Cuál es su ocupación?
Brodsky: Soy poeta.
Juez: ¿Quién lo reconoce a usted como poeta? ¿Quién le ha dado la autoridad para llamarse poeta?
Brodsky: Nadie. ¿Quién me ha dado la autoridad para pertenecer al género humano?
Juez: ¿Ha estudiado para eso?
Brodsky: ¿Para qué?
Juez: Para ser poeta. ¿Por qué no hizo usted estudios en una escuela donde lo prepararan, donde pudiera aprender?
Brodsky: No pienso que la poesía pueda ser materia de enseñanza.
Juez: ¿Qué es entonces?
Brodsky: Creo que es... un don de Dios...


"Gulag. Historia de los campos de concentración soviéticos". Anne Applebaum. Ed. Mondadori.
Un periodista tomó estas notas y las pasó a occidente.
Después de dos años, se le concedió la libertad, y finalmente fuie expulsado de la URSS.
Una imagen...
La bofetada de un ratón a un elefante...
"La poesía es... un don de Dios..." ("Soy algo que no podéis controlar... Hago algo que no podéis regular...")

Segunda imagen:

"... La literatura, como la pobreza, es conocida por cuidar de los suyos, sobre todo por la antigua y quizá hasta ahora infundada creencia de que, si los maestros de este mundo fueran mejor leídos, podrían reducirse la incuria y la desdicha que obligan a liar los bártulos a millones de personas. Como no nos queda mucho en que poder confiar, y casi todo parece condenado al fracaso, debe insistirse en que la literatura constituye el único seguro moral posible para una sociedad; en que es el antídoto permanente del principio según el cual el hombre es un lobo para el hombre; en que aporta el mejor argumento contra cualquier teoría política que sólo tenga en cuenta a las masas y aplaste al individuo, aunque sólo sea por el hecho de que la diversidad humana constituye el material básico de la literatura y su raison d'être. Se impone que hablemos porque debe insistirse en que la literatura es la mayor maestra de sutileza humana (probablemente más que cualquier religión), y en que si una sociedad impide la existencia natural de la literatura y la posibilidad de aprender de las obras literarias, lo que está haciendo es reducir su propio potencial, retrasar su progreso y, a la larga, poner quizá en peligro su propio tejido. Si todo ello significa que vamos a hablar sólo entre nosotros, tanto mejor (no para nosotros pero sí para la literatura)."

Del dolor y la razón. Ed. Destino, 2000. Pág. 33

En 1972, siete años después de ser liberado, emprendió el camino del exilio y en 1977 obtuvo la nacionalidad estadounidense. En 1987, con 47 años, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la cuarta persona más joven merecedora de este honor, después de Rudyard Kipling (42 años), Albert Camus (43 años) y Sinclair Lewis (45 años).


foto encabezamiento Andrea Hauer

1 comentario:

Aitor Fuckin' Perry dijo...

Joder, qué historia y qué valor.

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