domingo, 18 de abril de 2010

Sobre la fotografía. Geoff Dyer...

A veces el blog me plantea problemas, sobre todo de orden discursivo pues es como leer al reves, del final al principio, ya que la mayoría de las veces intentas cerrar el "argumento" en la misma entrada, sin embargo siempre hay algo extraño, salvo que sigas el blog y tu lectura sea por tanto la "normal", y más si la idea es escribir impresiones de la vida en la librería. A veces, cuando descubro un nuevo blog que me gusta intento leerlo desde el final, que en el fondo es el principio. Esta gilipollez viene a cuento porque tenía la idea de hablar de un libro en concreto y a la vez extraer algún pasaje. ¿Qué escribo antes? ¿Digo algo cuando copie el párrafo que quería? ¿Escribo la barrabasada que quiero y luego meto la cita? ¿Importa tanto el orden? Bah. No sé...

Ben Webster, Red Allen y Pee Wee Russell. Fotografía, Milt Hilton

Nota acerca de las fotografía
por Geoff Dyer. "Pero Hermoso."

"A veces las fotografías tienen un efecto extraño y sencillo: a primera vista se ven cosas que más tarde se descubren que no están ahí. O mejor, cuando se vuelve a mirar se notan cosas que al principio no se había notado que estuvieran. En la foto de Ben Webster, Red Allen y Pee Wee Russell hecha por Milt Hilton, por ejemplo, creía que el pie de Allen estaba apoyado en la silla delante de él, que Russell estaba realmente dando una calada al cigarrillo, que...

El hecho de que uno no la recuerde tal como era es una de las cualidades de la foto de Hilton -o de cualquier otra, para el caso-, porque aunque sólo retrata una fracción de segundo, la sensación de duración de la imagen abarca varios segundos a uno y otro lado de ese instante congelado, para incluir -o así parece- lo que acaba de ocurrir o lo que va a ocurrir: Ben echándose hacia atrás el sombrero y sonándose la nariz, Red acercándose a la mesa para coger un pitillo de Pee Wee...


Los cuadros al óleo dan la sensación de que incluso las Batallas de Inglaterra o de Trafalgar son extrañamente silenciosas. Las fotografías, en cambio, pueden ser tan sensibles al sonido como a la luz. Las buenas fotografías están ahí para oirse tanto como para verse; cuanto mejor es la foto más hay que oír. Las mejores fotos de jazz son las que están saturadas del sonido del tema. En la foto de Carole Reiff con Chet Baker en escena en Birdland, no sólo se oye el sonido de los músicos amontonados en el pequeño escenario del encuadre sino las conversaciones del fondo y el tintineo de los vasos del club. De la misma manera, en la foto de Hinton se oye el ruido de Ben pasando las páginas del periódico, el roce de la tela cuando Pee Wee cruza las piernas. Teniendo los medios para descifrarlas, podríamos avanzar aún más y usar fotografías como éstas para oír lo que se estaba diciendo en ese momento o incluso, como las mejores fotos parecen extenderse más allá del momento retratado, lo que se acaba de decir, lo que se está a punto de decir."

Ahora es cuando yo podría lanzarme a escribir y escribir hiperbólicas palabras sobre Ben Webster, sobre su tono, su fraseo, su sentido del ritmo... sobre su vida, pero mejor lo dejo aquí...

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...