martes, 4 de mayo de 2010

Entrevista...



Hace un par de meses Manuel Gallego me hizo una entrevista para una revista local llamada Siembra. Ha salido publicada en el nº 345, abril 2010. Las fotos son de Mercedes Fernandez.

ENTREVISTA. Juan Miguel Contreras, librero.

Juan Miguel Contreras es un manzanareño que desde el mes de Octubre de 2006 regenta la librería La pecera, que está en la calle de La Paz de la localidad de Manzanares. Esta es, en rigor, la única librería de nuestra localidad, dedicada en exclusivo a la venta de libros. Juan Miguel es Licenciado en Filosofía y su relación con el mundo de “lo editorial” se remonta al año 2004. Ha trabajado, entre otras, en la Librería Pasajes en Alonso Martínez, de Madrid.
Desde luego, algo de pescador habrá de tener este oficio, y entre redes de libros se mueve Juan Miguel organizando, colocando, poniendo en golosa exposición de la sensibilidad, portadas y contraportadas, temas, historias, sentimientos, ideas, en fin, libros …

¿Qué es una librería?- Me mira un tanto descolocado y sonríe- Supongo que no te importa que te diga “librero”.
No, no me importa en absoluto. La verdad es que llevo tiempo pensándolo … uno da vueltas al asunto para, después de todo, llegar a la conclusión de que no hay diferencia alguna entre vender libros y vender tomates –lo dice con cierta naturalidad y distancia- no dejo de ser un tendero. Que luego los gustos lleven a leer es otra cosa, pero en el fondo no es distinto del trabajo en cualquier otro comercio. La misma retahíla de facturas, de pedidos, de encargos. Luego tiene sus singularidades, desde luego, hay que leer los partes de novedades de las distintas editoriales, bien es verdad que hoy en día con Internet puede cubrirse este campo informativo. A este respecto, se nota la caída de las revistas literarias al uso. Esto obliga también a conocer los entresijos del mundo editorial y de venta del libro. El hecho de haber trabajado con anterioridad en librerías me ha animado y me ha dado cierto conocimiento de su mecanismo. Son muy interesantes, hoy en día, las opiniones de algunos blogs literarios, éstos me permiten conocer otros cauces creativos en literatura y apreciar opiniones distintas sobre las publicaciones. No obstante, como cualquier empresa, es normal que se pida lo que va a tener éxito de venta.
Otra cosa es en cuanto a la satisfacción personal, en mi caso es un peligro, tengo que contenerme, porque vivo en un estímulo continuo hacia el libro (es como si el vendedor de tomates fuese un apasionado de los tomates), soy mi mejor cliente y el que peor me paga.

Desde luego, me cuesta concebir una ciudad como esta sin librería específica. ¿Qué aporta una librería a Manzanares?
A veces me pregunto si debería abrir a otros productos mis ventas, como si ser librería en exclusivo fuese poco. Compito con grandes almacenes en novedades, con papelerías y otros puntos de venta de libros. La verdad es que intentas especializarte en libros un tanto más selectos o difíciles, o de cauces de distribución más restringidos. Siempre hay buenas novelas que circulan con cierto desconocimiento y en las que puedo arriesgar. Aporto por supuesto a demandas específicas…
La verdad es que me costó mucho cambiar el chip cuando abrí el negocio, porque venir de Madrid con un perfil de lector preocupado, de gente que va a mirar y pasar el rato en la librería hojeando, que solicita y da opinión, he pasado a algo más funcional, de búsqueda y compra de un determinado producto. Se echa de menos eso de hojear libros, de mirar. La clientela viene buscando un determinado libro, o un regalo ...
De hecho, esto hace que arriesgues menos, y en este sentido, la poesía o el ensayo son los géneros más desfavorecidos, se los trae menos.


¿Por qué “La pecera”?
Por eso mismo, pensaba en un lugar al que venir para relajarse, mirar, descubrir, pasear libros en un lugar silencioso. No sé, el nombre me gustó.

¿Qué suele leer y comprar tu clientela? ¿Qué debe traer un librero?
Lo que se lee mayoritariamente son los best-seller, nombres como Pérez Reverte, o Larsson o Matilde Asensi, o similares, son de hecho los más solicitados.
Cuando hablamos entre libreros nos descubrimos que tal vez la labor real nuestra, tal vez la más romántica, es la de guardar libros. Es verdad que en este sentido pretendo que no prime mi gusto personal, a pesar de lo difícil que pueda parecer, y esto es lo que gustaría aportar al cliente, cierto fondo coherente y atractivo. Mi gusto es el de esos clásicos perennes, como Sandor Marai, un gran escritor, con él no te equivocas.
De los últimos años me han interesado mucho y han llamado mi atención: Ángel Wagenstain, Danilo Kis, Bolaño, Fresán, Eduardo Halfón, Vila-Matas… Auster y Murakami, por supuesto. En estos arriesgo y guardo, Algunos los he recomendado a clientes que han seguido pidiendo su obra. Desde luego son autores conocidos, pero es verdad que no son autores de masa.

Literatura de nuestro lugar, ¿se vende?
Sí. Algunos han tenido una cierta demanda, como últimamente el libro de Ignacio Mata Maeso, de cuyo libro (Memorias de un republicano español en el holocausto) se nota la falta de reedición. Teo Serna, autor local, es también un escritor que he tenido presente. Pero se ha de reconocer que las ventas son bastante limitadas, el momento álgido de venta es en la presentación de alguno de sus libros. Se sale un tanto de este caso el poeta Federico Gallego Ripoll, del que se ha solicitado obra por visitantes de nuestra localidad, acaso por ser un poeta de mayor calado nacional.

¿Cuál es la mejor edad para leer?
Todas las edades son buenas. Disfruto cuando los niños de entre 8 y 10 años pasan directos a husmear ahí –señala la habitación de al lado donde existe un apartado especial de literatura infantil-. Es curioso, las niñas son más tímidas, pero leen más; los niños son más espontáneos. Vienen con los padres. Disfrutan con los libros ilustrados, y son de éxito los clásicos de siempre, como Fray Perico… o El pirata garrapata…

¿Y la mejor estación?
No sé. El verano, el invierno. Depende del metabolismo de cada uno. Hay quien lee en el verano porque le encanta y tiene vacaciones. Hay quien lee en invierno porque parece mejor el recogimiento. Luego están los que leen siempre, independientemente dle tiempo que haga.

Volvamos a lo serio … ¿Digital o papel?
¡Menuda lucha! Tengo un amigo maquetador, maqueta libros para la UNED, con quien discuto bastante sobre este asunto. Pone las cosas muy crudas para el papel. Desde luego que habrá una criba en la publicación de libros de papel. En España se edita muchísimo, demasiado. Es posible que en un futuro no muy lejano, el libro digital y las ediciones en papel se equilibren. Desde luego que tengo cierto temor. No ya por las dificultades directas que puedan afectar al negocio. Es que si falta el manejo del libro, digo su manejo físico, será difícil retener cierto hábito lector, cierto modo de leer. Creo que la lectura en Internet es fragmentaria, incompleta; resulta un hábito completamente distinto. Y tengo miedo porque si ahora mismo la supervivencia es difícil, en un futuro inmediato lo será más, faltarán auténticos lectores.
Aun así me parece que es algo muy distinto de lo que ocurre con la música en la red. La lectura sigue siendo un hábito mediato que exige una exposición consciente, un esfuerzo.
El colectivo de libreros denuncia la demonización que las empresas informáticas iniciaron no hace mucho contra el libro de papel. Argumentaban asuntos de ecología porque el papel esquilma árboles, hablaban del abaratamiento de gastos. Se ha demostrado el lado exagerado y un tanto falso de estas acusaciones. Además, está el riesgo de la elaboración de traducciones que podrían desaparecer en medios de absoluta digitalización, asunto que nos advierte de otros peligros.
Sí parece que el e-book primará entre los libros de estudio y libros de texto, libros académicos y similares. Pero, por ejemplo, ¿cómo hacerlo con un libro infantil?
Habrá que ver por dónde van los tiros próximamente en la Feria del Libro de Madrid. Allí está ya el planteamiento, sólo con ver la disposición de los distintos stand, su ubicación y la exposición del producto, estaremos viendo las resoluciones que las empresas editoriales aportan para un futuro. Esto ocurre porque es una feria a la que acude, sobretodo, el editor. ¿Apostará éste por el libro electrónico? Estaremos a la expectativa.

Por lo que veo, de librero a lector tiene que haber poco trecho.
Ser librero no obliga a ser lector. En realidad, ahora leo menos que nunca. Si te gusta te sientes desde luego sobre estimulado. Así es que empiezo muchos libros, si, pero no los termino. No sé si picotear es una virtud, tal vez sí para el negocio… pero choca con los gustos personales. No me gusta, por ejemplo, leer a Larsson, pero estoy ahí, entre lo que quiero leer y lo que debo … al final, la verdad, ni una cosa ni otra. Es que ver constantemente novedades te lleva a picar. Lees reseñas, notas. Desde luego, si pillo vacaciones será para “leer”, por lo menos para acabar algún libro.

Y de librero lector a escritor … porque ¿escribes?
Bueno, escribir, no sé. Sí, escribir siempre lo he hecho. No disocio la lectura y la escritura; pero soy lector, un lector que de vez en cuando escribe. Porque ¿podemos decir que es escritor quien no publica? Esto me despierta cierta susceptibilidad. Recientemente he terminado algo –lo dice porque le presiono con insistencia- que he madurado durante cuatro años. ¿Cuál será su fin? El cajón. Tal vez algún concurso editorial, algún premio literario. Publicar una novela es muy difícil.
Algún reconocimiento, como aquel cuento finalista que me premiaron, anima mucho; pero no me considero escritor ... Hoy por hoy se lleva mucho la autoedición. Cuesta dinero si bien consigues publicar. Pero un escritor real representa otro salto cualitativo, el salto de que te publiquen, te oferten, te lean. También es verdad que si no hay padrino, no te casas, porque hay escritores que…

¿Y para el futuro?
Bueno, lo primero que pediría es que pasara la crisis. Este mes de febrero ha sido el peor desde que abrí el negocio. La gente prescinde de cosas que pueden no ser necesarias. Se ha notado pese a los constantes. Por lo demás pediría que este negocio me de para vivir, para mantener la librería y ver que los chavales de diez años vienen dentro de cinco o seis a por un libro de Henry Miller, lo cual estaría muy bien.

1 comentario:

Aitor Fuckin' Perry dijo...

Muy disfrutable la entrevista, ha sido un placer leerte.

Sólo añadir una cosa: me aterra todo eso de los e-book y demás. No le encuentro el más mínimo sentido.

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