martes, 22 de noviembre de 2011

Fernando Arrabal y Jim Morrison. Ship of fools

Méjico 1968
Hubo una época en la que tuve menos dinero que ahora; quizá me sentía mejor porque no tenía tantas deudas como hoy, no lo sé, me sentía más libre, eso sí es cierto. Vivía a salto de mata de trabajo en trabajo mientras el nuevo milenio me iba minando poco a poco y yo me hacía el duro para ignorar lo inevitable. Nunca tuve arrestos para robar libros, llevo escrito en la frente que soy un presunto culpable y los nervios siempre me embotan la cabeza. Frecuentaba librerias de segunda mano y leía ediciones baratas y amarillentas de escritores del boom, americanos beatniks, franceses nobelizados y eslavos olvidados. Una vez estuve a punto de robar un libro. "Cartas a Julius Baltazar" de Fernando Arrabal. Pero no pude. Necesitaba ese billete para ir al Dia. De todos modos, lo compré, fotocopié lo que quería (tres, cuatro páginas) y lo devolví. No quisieron darme el dinero, así que me llevé otro que consideré suplía mejor las agujetas del estómago. Como costaba menos, accedieron a darme la diferencia, la cual me dio para macarrones, salchichas y tomate frito.. No recuerdo qué libro fue. Recuerdo que tomaba "prestadas" cámaras de fotos de la escuela donde trabajaba de conserje y hacía montones de fotos que revelaba a escondidas en mi hora de la comida y que he perdido, negativos incluso. Mañanas desnudas perdidas, libros colocados en palés cogidos de la calle y que utilizaba como estanterías, ventanas, puertas, amigos...
Durante años, sobre todo por culpa de las mudanzas, creí que había perdido esos folios fotocopiados, y encontrar dicho libro se presentaba bastante complicado (editado por la universidad de Murcia...). Las había leído durante tanto tiempo tantas veces que, aunque perdidas, creía sabérmelas de memoria. No estaba equivocado.
Rebuscando en una roñosa carpeta de cartón azul descolorido y con las gomas medio podridas sólo por el placer de buscar al dar con ella en el fondo de un armario, las he encontrado. Ahora guardo esas dos hojas (ahora sé que son dos hojas) con cuidado. Son dos cartas de Arrabal en las que cita sus encuentros con Jim Morrison (Morrisson, como escribe él). Arrabal y Morrison de farra por Méjico, en 1968... Pagaría por ver eso... y por apuntarme... Leyendo como estoy HHhH, de Binet, mi imaginación vuela.

Méjico 1968

"1968. Querido Baltazar y Julio como mi hermano piloto del ejército del Aire español,
acabo de llegar de Méjico. ¡Qué locura! El millonario catalán Barrul nos había invitado, a Jim Morrisson y a mí, a una manifestación "provocadora" en el 
Palacio de los Deportes.
"En la Bastilla". Debía yo dirigirme a los jóvenes bárbaros de hoy (los contestatarios mejicanos) en un discurso incendiario y J.M. debía caldear a la muchedumbre con sus "himnos" y sus gestos... preferiblemente obscenos.
A las 6 salimos del hotel... El Palacio estaba asediado por tanques... A las 8, cuando los jóvenes empezaron a llegar... ¡la carnicería! Nos escapamos... llorábamos... querían masacrar a Barrul con el cañón de abordaje. Evidentemente, había desaparecido. Habíamos sido anzuelos de oro en las riberas de Babilonia. La cólera nos daba ingenio y la bebida valor, pero nos sentíamos impotentes... y culpables. Con los bolsillos agujereados, nos habíamos bifurcado (a las cinco de la madrugada... a bordo de un simpático delirium tremens) hacia el superrealismo y las cucarachas. Por la mañana (a las 11 y media: al salir del bar) nos comimos dos macetas de geranios: las flores sazonadas con un poco de barro.
¡Viva Méjico!, Tu Zapata.
F. Arrabal"

París, mayo 1971

"Marzo de 1971.
Baltazar Barril de Pólvora.
Pamela y Jim Morrisson están en París. Quieren pasar por casa antes de su viaje a España... Él tiene miedo de repetir la aventura de Barrul, esta vez en mi bello país de ojos encapuchados. Están en el Hotel o en la casa de Pamela, en la calle Beautreillis. Los he encontrado muy deprimidos. Él en busca del absoluto. Se diría que quiere purificar el corazón de los humanos por medio del terror. Aristóteles ha asignado probablemente esta misión a la tragedia... pero él está más bien bajo la influencia de las brisas alisias de Rimbaud o del Pánico. Ella, extrajera en nuestro planeta, sigue siempre en el Imperio de los cuentos chinos.
¿Por qué gusta el cantor? ¡Qué abanico de caricias...! pero el poeta (el escritor) es un maestro de la Musa virgen.
Se diría que intentan desesperadamente caer más bajo que la tierra en la sangre de un nuevo diluvio.
Sordo como Dios te bendigo.
"Peace an love", como dicen ellos.
F. Arrabal"



2 comentarios:

Vigo dijo...

Deberías haber robado los libros de Bolaño, porque si te pilla el librero, luego uno puede intentar alegar que sencillamente se está en "sintonía" con esa filosofía de adueñarse de lo ajeno que practicaba Bolaño. De hecho creo que vi la lista de los libros más robados -la debo tener en algún lado pero no me apetece buscarla para verificar el dato- y los libros de Bolaño ocupaban los primeros puestos en libros robados.

Ya me fijé Juan Miguel en tu nombre, y veo que tienes alguna cosilla publicada. Ahora será más sencillo rastrearte. Indagaré un poco a ver lo que encuentro.

Acabo de ver la película Luna de Avellaneda de Campanella, y creo que también sería de tu gusto. Pero ya se terminaron las recomendaciones, que al final me vas a confundir con un camarero de tres al cuarto (sin menospreciar el noble oficio de los recomendandores de menús).

José Fernández dijo...

Usea, que hubo un encuentro Arrabalero - Moñison y el universo no implosiono sobre si mismo? El mineralismo no va a llegar.

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