martes, 10 de septiembre de 2013

De regalos increíbles y envoltorios fabulosos para vulgares cardiopatías...


Prueba de la cubierta de "Cardiopatías". Autora: Andrea Hauer Guzmán


Desayunaba mi inevitable té en la taza que el rey Nikochan me regaló inspirada en "la muñeca rusa" mientras intentaba descifrar el incesante chapurreo lleno de entonaciones límpias de Pavel hasta que he descubierto que me estaba pidiendo un libro, uno que le han regalado hace poco... "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza"... Versión sonidos... Genial... Llegó en un paquete sin remite.. Dos libros para Pavel de parte de Aitor... No me he puse a llorar leyendo la nota que acompañaba los libros porque bastante tiene Pavel con entenderme de normal como para ponerme emocional de más; que baile a ritmo de Whitesnake mientras hacemos las camas (nos gusta mucho "Long way from home"), que me mire como si entendiese cuando le leo algo que yo acabo de leer y que me ha gustado o que medio entone "la zarzamora" a la hora del baño de tanto oírmela a mí, ya es suficiente de momento para sus tiernuras... Lástima no tener manera de agradecer estas cosas de manera inmediata... Quizá la manera de comprender del todo mi entusiasmo sea decir que no conozco a Aitor ni a Niko, que sólo nos escribimos de vez en cuando, que yo hecho de menos leer a mi Fuckin´Perry y hablar con él aunque no sepa a qué altura quedan sus ojos de mis ojos o cómo es su risa, que me gustaría dar un paseo tras quedar con Niko y conocer a Arlet, pero son cosas que no puedo... Aunque quejarme de esas cosas sea un poco pueril, pues bastante echo de menos de por sí a cierta gente como para echar raíces en una nostalgia epistolar, casi fantasmal, pero que se presupone bastante empática, con personas que no "conozco".

Por otro lado, reconozco que estoy perfectamente plegado a mi nuevo rol vital, y que éste no me permite escribir aquí lo que desearía; aunque escribir escriba lo que puedo, me diversifico y no lo hago aquí pues hace tiempo que he abandonado el rol de bloguero (como todo rol, hay unas normas, una finalidad, un ritmo y unos temas concretos, los cuales me acercarían a una especie de rana Gustavo cuando la rana Gustavo era reportera, y además dicharachera, y hablaba de cosas sin ser columninsta ni crítico ni opinador profesional), así que cada vez que me siento y abro el blog dispuesto a escribir, me pregunto, ¿"desde dónde" lo hago ahora y qué es lo que debería escribir?, porque este espacio ha crecido y me gusta escribir en él, lo lea la cantidad de gente que lo lea. De un tiempo a esta parte parece que sólo escribo sobre el libro nuevo que voy a autopublicar y reconozco que sí, que ese es un tema que me empuja a escribir aquí, que quizá sea interesado (quiero vender todos los que pueda) y tal vez triste (será por temas...), pero es lo que hay. Hay temas de los que me gustaría decir algo (libros.... discos...) y hay otros que, aunque también me gustaría, me asustan (ciertas cosas sobre la salud, por ejemplo) o sobre la paternidad desde el punto de vista que la estoy viviendo, pero no ha lugar (ni tiempo), así que me vuelco en el libro, en mi editorial de mentirijilla y en esas cosas que, aunque sólo sean potencialmente, me acercan a esa imagen que persigo y a la que me agarro como un paria sin futuro pero con conexión a internet.

Hay cosas que me pasan y de las que hago apunte mental para el blog (curioso lo que me pasa con los libros de Ricardo Menéndez Salmón, cuando llevo la mitad, desaparecen de mi vista, los pierdo, no sé dónde los dejo, y paso los días buscándolos, y a veces los encuentro y leo algo hasta perderlos otra vez y así, aunque son pequeños, temo no acabarlos nunca -en estos momento voy por tres empezados- y los mezclo y creo que todos son el mismo gran libro), pero no me pongo a hacer ninguna entrada curiosa. Veo películas que no digiero del todo pensando que si escribiera sobre ellas aquí, sabría yo mismo lo que pienso realmente ("Zacarías", la primera de Don Johnson, por ejemplo, o "El león en invierno" o la que vi ayer "Clave Omega de Sam Peckinpah, y de otras que tengo el disgusto de ver cuando me escapo al videoclub, tipo "Prometeus", la cosa está clara y tan sólo queda dilucidar si es mierda, mierda pinchá en un palo, mierda colgá de un pino o mierda seca simplemente). De música mejor no hablamos, que parezco una jukebox estropeada que va a saltos y sin coherencia y además con la memoria estropeada...

Ayer recibí la prueba de la cubierta del libro nuevo. Me encanta. Además, va perfecta con el diseño interior. Pienso que Andrea Hauer ha hecho un trabajo espectacular. Al igual que el de Iván, mi maquetador predilecto, y con el cual estoy en ese toma y daca de correos con correcciones y notas que parecen de extrema urgencia pero que sólo son puntualizaciones gramaticales y poco más. La idea a lanzar en las próximas semanas será la siguiente: Como no tengo dinero para hacer frente a la publicación de "Cardiopatías" en estos momentos, voy a intentar lo del micromecenazgo, en Verkami. Estoy ultimando el proyecto para ver si me lo aprueban y cuelgo la propuesta de la Internazional Samizdat para intentar recaudar el dinero suficiente. Como soy... bueno, como soy como soy, he pensado pedir ayuda además a Andrea para ofrecer algo más a cambio, y no solamente el libro (que como objeto he de decir que está quedando precioso; respecto a lo de dentro no me aventuro). Así que ofreceremos, además del libro: forros artesanales para dispositivos de lectura electrónicos (depende del que tenga en que lo quiera) o para libros, con la medida de "Cardiopatías" y "La muñeca rusa", estuches artesanales donde poder meter el libro y lapiceros o libretas, reproducciones de la portada (aún está por concretar en qué soporte o con qué técnica) y una edición especial del libro, en un estuche de cartón y con los cuentos (porque "Cardiopatías" es un libro de cuentos) impresos por separado y cosidos a mano. Como digo, para eso queda, poco, pero queda. Que consiga el dinero necesario para imprimir ese centenar de ejemplares que me gustaría, dependerá de muchas cosas, y de momento esa es la única manera que se me ha ocurrido.

Todas estas palabras están acompañadas por las imágenes de la prueba de la cubierta: completa desplegada, portada y trasera (con la "sinopsis que el becario de La internazional Samizdat ha escrito deprisa y corriendo) con la solapa (la solapa de la portada con mi "biografía", me la ahorro).

Y hasta aquí puedo leer. Fin de la transmisión...

Portada de "Cardiopatías. Autora: Andrea Hauer Guzmán


Trasera de la cubierta de "Cardiopatías (con solapa y sinopsis del becario). Autora: Andrea Hauer Guzmán

1 comentario:

lu dijo...

Yo, que tengo el gusto de conocer a Aitor y a Nikochan, te puedo asegurar que son dos soles. La blogosfera es un sitio más triste sin Aitor y nuestras batallas dialécticas, pero ahí andamos, compartiendo lo que podemos cuando podemos con quien nos quiera leer. Bueno, en mi caso, eso de leer es un chiste, you know. A mí me encanta tu blog, y que cuentes que le cantas la zarzamora a Pavel, tus proyectos y tus atascos. Y como me gusta leerte, colaboraré en lo que pueda con tus Cardiopatías, por supuestísimo que sí.
Un besazo, Juanmi.

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